miércoles, 28 de agosto de 2013

Como se ha entendido el cristianismo de la Edad Media

Hace tiempo no publicaba algo, me he hecho el tiempo y decidi hacer algo mas contundente... espero lo aprecien. saludos


El presente ensayo pretende darnos algunos lineamientos  sobre los prejuicios que tenemos al abordar la Edad Media, principalmente como entendemos al cristianismo, ¿es una religión o un modo de vida? Debido a lo profundo del tema hemos decidido enfocarlo a unos puntos escenciales. ¿Fue la Ilustración la que nos entregó una definición de cristianismo? ¿cuál es esa definición? Y sobre todo ¿fue esta definición la que “moldeo” nuestra visión de la Edad Media?
Generalmente tendemos a mirar este periodo histórico como una época en que la religión dominaba todas las estructuras de la sociedad, el cristianismo era LA visión del mundo en la Edad Media, o al menos es eso lo que nos presenta las fuentes. No obstante,  bien sabemos que las fuentes son escritas en determinados contextos. Primero que todo, debemos señalar que quienes manejaban el conocimiento del latín en aquella época no eran la mayoría de la población, sino  que una mínima parte de ella y sobre todo quienes escribían eran los monjes, por ende estos monjes son nuestra más amplia visión de lo que ellos pudieron haber visto de la Edad Media, estos religiosos evidentemente escribían para su público y no necesariamente para toda una comunidad, por ejemplo les resultaría más novedoso e interesante como los laicos ejercían su espiritualidad, los asuntos que no les interesaban simplemente los borraban o modificaban.
Así mismo, cuando nos acercamos en un primer momento al contexto creemos que las personas de este periodo viven en una especia de dualismo de vida espiritual-vida terrenal. Esto se debe que la Iglesia, una vez que el Imperio Romano se desarticula, empieza a convertirse en una institución para otorgarle al cristianismo mayor universalidad, además empieza por regular los territorios y los reinos germánicos en Europa. Pero fuera de estos argumentos históricos se debe entender la base del cristianismo como tal, la deidad es rey en cielo y tierra por ende para el cristiano la concepción del mundo no es dual sino una sola, pues Dios es omnipotente, él es el principio de todo y el fin de todo.
Primero que todo tenemos que tener presente que entendemos por espiritualidad, la cual está ligada a una dimensión religiosa de la vida interior y sobre la relación de Dios mediante la ascesis. Este término es contemporáneo y no constituye necesariamente lo que en la  Edad Media ocurría pues los sujetos medievales no distinguían entre religión y modo de actuar, para ellos la espiritualidad era una relación entre las prácticas de la religión y las prácticas de la vida familiar cristiana y no existía diferencia como la entendemos nosotros. La modernidad no ha enseñado, mediante la razón, que la religiosidad está íntimamente ligada  a la Institucionalidad, esta situación no las heredo la Ilustración y por ende fue este siglo filosófico el que nos dio nuestros primeros prejuicios al cristianismo. No obstante, esto no siempre fue así, asociamos la religión y la razón como rivales. Sin embargo, la Ilustración partió en un primer momento como una naturaleza religiosa. Esto no es nuevo, ya que se entiende que el siglo de las luces utilizo ciertas normas que tenían como base la religión cristiana y que, más su visión del cristianismo está limitada a la crítica de su Institución en los siglos anteriores al XVIII. Por ejemplo: la intolerancia religiosa, el ataque a la superstición y los excesos, etc.
En realidad, la Ilustración y la ciencia del siglo XVII atacaban la palabra revelada, por ejemplo la Biblia, pues al leerse había muchas contradicciones históricas y, sobre todo, se cuestionaba la creencia cristiana como la única religión verdadera para la virtud, no era extraño que estos filósofos leyeran las crónicas de los viajes de descubrimientos y vieran como indígenas de América, hindúes o chinos poseían tanta moral en su vida cotidiana que un europeo, se hallaba presente una misma moral y una idea de Dios clara.
Por otra parte, en la misma época no se divide la religión de la ciencia, sino que se complementan. Vemos como ejemplo de ello la misma teoría racionalista de Descartes, la cual parte como principio de que Dios existe:
 “Es la existencia de Dios lo que nos permite entonces construir el puente entre nuestra mente, nuestra ´cosa pensante´, y todo el mundo físico, inclusive nuestro propio cuerpo. Dios no nos engaña. Dios es la garantía que nos impide dudar de nuestra propia existencia, no ya como seres pensantes, sino también como seres materiales. […] Dios es la razón por la que no podemos dudar de la existencia del mundo” (González, 1994, 280).
De lo anterior podemos preguntarnos ¿Por qué está crítica? ¿Qué quieren lograr? Estudiosos como Juan Arayano explica: “hay que advertir que la religión natural no fue un invento de filósofos anticristianos para combatir las religiones históricas, sino en primer lugar un procedimiento utilizado por gente piadosa […] para superar sus disensiones teológicas y en segundo lugar un instrumento forjado por científicos devotos para apoyar sus credos” (Montecinos y Toledo: 2007, 248). Como se puede observar, la razón ilustrada y la religión en un primer momento no eran enemigas, sino que, en realidad ambas se complementaban a alcanzar un mismo propósito: guiar al ser humano a una verdadera forma de vida. Esto quiere decir, no caer en los vicios que en épocas pasadas había. Encima de esto, “la Ilustración  deseaba transformar el cristianismo, ilustrarlo, pero sin renunciar a sus valores morales” (Valjavec, 1964, 104), ¿Cuál es esta moral que escogen? Es una moral social, es decir, que ayude al bienestar y al progreso humano. En términos simples, esta moral social se expresa en tres virtudes: la tolerancia, la beneficencia y la humanidad.
La Ilustración entra en contacto con la religión, pues se reconoce a esta última como una gran tarea educadora. Por ende, la Iglesia y en realidad las creencias cristianas deben fomentar una educación racional. De este modo, la Ilustración afirma que “la escuela y la  iglesia son las instituciones que deben cumplir una misión que no es capaz de llevar a cabo la filosofía: la misión de ilustrar al pueblo y estimularlo a la virtud” (Valjavec, 1964, 102)
Descubrir  el lazo de religión y fe es más complejo de lo que parece, pues si bien externamente la Iglesia censuraba o rechazaba las obras filosóficas, internamente el clero (regular y secular) las aceptaba, las leía o incluso estos mismos eran filósofos.
La ideas teológicas como las de Voltaire rechazaban la convicción de la fe por revelación y por ende los dogmas de la Iglesia. No obstante, valora las convicciones morales de la religión cristiana. Voltaire sigue las líneas del deísmo, y ataca los argumentos de los ateos. Sin embargo, para él su verdadero enemigo es la superstición o fanatismo religioso:
“El ateo es un monstruo que solamente devorará para saciar su hambre; el supersticioso es otro monstruo que desgarrara a los hombres por deber. […]; el ateo robará un cáliz de oro de una iglesia para dar una cena a unas mujerzuelas, pero el fanático celebrará un auto de fe en esta iglesia y cantará a grito pelado un cántico judío mientras quema a unos judíos”
Ha quedado un poco más claro que la religión y la razón no siempre fueron enemigas, pero ¿Qué relación tiene esto con el cristianismo de la Edad Media? Y la respuesta tentativa que podemos inferir es que la Ilustración al racionalizar la fe y volverlo comprensivo hizo que la mística se perdiera y el lazo de relación entre Dios y los hombres  como una comunión desapareciera (no es extraño, en este sentido, que en este mismo periodo surgiera una de las líneas más rigoristas  de la religión cristiana, el Jansenismo, cuya doctrina volvía a plantear la idea de incomprensividad de Dios y la comunión humilde con él). Por ende cuando analizamos la Edad Media nuestra visión del cristianismo la asociamos a simplemente un conjunto de prácticas y no como una cultura de la época. Al leer las fuentes escritas por teólogos volvemos a una idea secular de espiritualidad y nos estrechamos de mente para comprender el proceso como un todo.

Bibliografía
Gonzalez Justo (1994): Historia del cristianismo desde la reforma hasta la era inconclusa, Caribe, Nashville.
Montecinos, J y Toledo, S(2007): Ciencia y religión en la Edad Moderna, Fundación Canaria Orotava de historia de la ciencia, Santa Cruz de la Palma.
Valjavec, Fritz (1964): Historia de la Ilustración en Occidente, Rialp S.A. Madrid.
Voltaire (1972): obras. Volumen II. Vergara, Barcelona.

domingo, 25 de agosto de 2013

José Carlos Bermejo Barrera: “¿Qué es la historia teórica”. Historia antigua ¿para que? Vigor y decadencia de la tradición clásica, Editorial Akal, Madrid, 2004. pp. 156-181.

El autor es Catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Santiago de Compostela y sus trabajos de investigación están relacionados con teoría de la historia y religiones antiguas.
José Carlos Bermejo comienza el capitulo señalando sobre la utilidad de la historia antigua y como se ha trabajado. Primero que todo explica como se formo el proceso de idealización del mundo clasico partiendo de la misma antigüedad para diferenciarse de otras culturas mediante una cultura letrada  y la construcción de modelos políticos que tenían validez supratemporal. Realizando una historia de la historiografía el autor analiza como se han estudiado el mundo clásico distintos autores del siglo XIX destacando que la sociedad de su tiempo son un modelo imitativo del esplendor greco-romano, no solo desde el punto de vista político sino también cultural. No obstante, a finales del siglo XIX empieza lentamente a cuestionarse esa legitimidad del modelo clásico pues se estudiaba como si el estado romano fuera el mismo que el de nuestra contemporaneidad. Autores como Marx, Nietzche y Freud  quitaron el elemento paradigmático de la historia clásica, si bien ellos no trabajan el mundo grecoromano poseían conocimientos de su cultura y objetaron los puntos de vista de la libertad, la economía, la sexualidad y la racionalidad. El autor finaliza el apartado señalando que los estudios clásicos se investigaban por buscar un asunto identitario en estas sociedades y de superioridad  cultural frente a otras civilizaciones, pero que en el siglo XX producto de la segunda guerra mundial, el proceso de descolonización y las relaciones oriente-occidente esta visión ha perdido su lugar predominante. El capitulo finaliza sobre la importancia de estudiar la historia de la historiografía. Según el autor, para estudiar esto es necesario analizar las circunstancias biográficas y sus ideas políticas pues estas configuran el pensamiento del historiador. No obstante, el autor hace un rescate de Nietzche para catalogar a los historiadores, estos serian: el historiador anticuario (aquellos que analizan la historia de manera científica, aferrados a los datos y siguen el ejemplo hegeliano de que todo lo racional es real y viceversa), el historiador monumental (el conocedor de la historia y que trata de aplicarla al mundo, son ideólogos) y el historiador critico (aquel historiador que aplica la historia para su propio vivir).

jueves, 22 de agosto de 2013

Teodoro Momsen: “nacionalidad, Religión, cultura”. EL mundo de los cesares, FCE, México, 1945. pp. 570-592.

El historiador Mommsen nos presenta en este capítulo la historia política de la nacionalidad y la religión en la Republica romana desde Anibal hasta la guerra civil, principalmente la lucha de las costumbres entre el latín y el helenismo, armonía o conflicto es lo que se pregunta el historiador al consultar las fuentes. Mediante una metodología basada en el apego de las fuentes escritas reconstruye  como se concebía la nacionalidad expresada en la lengua y los hábitos de los romanos al tener contacto con la cultura griega.
Las ideas que trabaja el autor están agrupadas en subcapítulos pero asociado a latinismo-helenismo, filosofía, religión y enseñanza.
En la primera parte explica como las conquistas romanas otorgaron al territorio más de una sola nacionalidad pues los romanos respetaron las antiguas costumbres y producto de la inmigración la lengua romana no solo se circunscribió a la frontera itálica sino también a las provincias. No obstante el autor explica que “la total latinización de Italia va acompañada de la reciente helenización de la península” (P. 571) esto se debe a que los altos estratos de la sociedad itálica tienen cierta fascinación por el arte y la literatura griega, logrando con el tiempo darle mayor primacía y derecho. El cómo llego la helenización al territorio fue producto de la inmigración comercial de elementos orientales y griegos hacia las capas del proletariado itálico de los puertas más importantes para allí difundirse por toda la península. El autor hace una diferencia entre la helenización en las capas altas y bajas, mientras las altas desarrollaban  un cierto cosmopolitismo, mientras en las más bajas se caía en los excesos de la cultura y la barbarie. Sin embargo, hubo de pasar poco tiempo para que en la alta sociedad ocurriera lo mismo.
 En cuanto a la influencia del helenismo en la religión y la filosofía. La religión romana estaba enlazada al estado y la familia romana. No obstante, en el periodo se hizo una transformación  al otorgarle la incredulidad de la filosofía, la superstición y sectarismo de las religiones oriental. La filosofía griega que influyo en Italia son el epicureísmo, el estoicismo y escepticismo. Las cuales dieron a entender la religión no como fe sino como reflexión, no obstante en un primer momento la filosofía fue tratada hostilmente por los romanos por su tratamiento especulativo, no obstante será tolerado pero con matices más sensualistas que filosóficos en sí.
Dentro del territorio itálico de la Roma republicana  se mantuvieron variados cultos extranjeros y practicados con mucha vitalidad debido a su carácter exótico como en el aspecto comercial sin embargo el autor es categórico al señalar que todo eso provoco en los romanos unas crisis  de conciencia la cual se agudizaba con antiguos sentimientos provocados por la guerra civil
El capítulo finaliza con un apartado sobre la poca enseñanza que se daba a la juventud romana anteriormente, curiosamente en las provincias la educación a los hijos era un asunto público y privado basado en la igualdad civil. La cultura griega vino a suplir esta carencia y se empezó ha preocuparse de la educación física mediante la caza, el desarrollo de la lengua enlazada con el griego y conocimientos por la literatura griega y mitología, asi mismo también el estudio de la retórica y la filosofía. Los educadores eran principalmente profesores griegos que prestaban sus servicios, o los esclavos.

lunes, 19 de agosto de 2013

Jacob Buckhardt: “El desarrollo del individuo”. La Cultura del renacimiento en Italia, Ed. Losada, México, 1962. pp. 141-171.

Burckhardt, historiador Suizo, realiza su estudio sobre el arte y la cultura en la Italia entre los siglos XIV y XV, creando el termino para este periodo histórico como renacimiento. Desde un punto de vista basado en la religión, el estado y la cultura, el autor explora como nace en el periodo el concepto de individualidad. “Se despierta una forma nueva y objetiva de observar y tratar el estado y en general las cosas de este mundo, y a su lado, y con el mismo ímpetu, se levanta también lo subjetivo; de modo que el hombre se convierte en individuo provisto de un espíritu y se reconoce a sí mismo como tal” (p. 141). En una primera parte del texto se puede observar como en el naciente estado moderno los gobernantes explotaban y perfeccionaban su personalidad mediante la intelectualidad, actitudes polifacéticas, para llamar la atención, esto se expresaba mayormente en el arte. No obstante, el autor explica “es difícil resolver si éstos tenían como objetivo consciente y expreso el armonioso perfeccionamiento de su existencia material y espiritual” (p. 145), lo cual demuestra las limitaciones que tuvo en su tiempo Burckhardt al trabajar en este enfoque cultural. También en esta primera parte el autor enfatiza porque en este periodo se desarrolló la individualidad y no en la época pasada y la razón se explica en la “libertad” que tienen estas ciudades estado al tener riqueza por los contactos comerciales, una Iglesia que no esta unida al estado, las libertades municipales y el ocio (ausencia de partidos políticos, eso sin contar la cultura de la época. “En la impotencia política general donde con más variedad y vigor prosperan las diferentes tendencias y aspiraciones de la vida privada” (P. 143). En una segunda parte el autor profundiza este punto de como el individuo se concentra en el poder y a disfrutarlo gracias a que en la república italiana se cambiaba de partido muy seguido, esto causaría el ran auge de caudillos personales. Finalizando el capítulo,  Burckhardt explica que características tiene este desarrollo individual, este está asociado a un carácter polifacético, el conocimiento de las lenguas clásicas y su cultura, en aprender variados conocimientos (el concepto de hombre universal) y sobre todo el reconocimiento exterior la fama.
El autor se plantea preguntas de forma constante y encuentra respuesta en la obras de arte más que en los documentos y da bastantes comparaciones de los tiempos pasados con su objeto de estudio.

viernes, 16 de agosto de 2013

Ludwig Friedlaender: “La Filosofia como escuela Moral”. La Sociedad Romana, FCE, México, 1984. pp. 1124-1182.

RESUMEN
       Ludwig Friedlaender  se encarga de estudiar el rol de la filosofía en la sociedad romana. Desde un punto de vista historiográfico cultural, el autor explora como era vista la especulación metafísica o filosófica en los círculos de la sociedad romana, si bien no especifica el ámbito espacio-temporal, a través de sus ejemplos se puede deducir que corresponde desde la Republica romana (la llegada de la moda helénica a Roma) hasta el gobierno de Marco Aurelio (Dinastia de los Antoninos del Imperio Romano), el texto comienza hablando de cómo surge la filosofía en la Grecia Antigua como respuesta a el escepticismo o desprecio de los dioses, los cuales cometían crímenes en sus mitos, la filosofía nació para despejar esas dudas del actuar de los dioses y atribuirles sus fechorías a semidioses diabólicos o incluso que estos poseen un carácter público y privado, siendo los primeros los pilares de la moral y con los cuales se relacionan con los hombres. Friedlaender argumenta que la religiosidad en el mundo clásico no se debe entender como la nuestra,  pues los antiguos no creían en la revelación de una voluntad superior. “los paganos no habían recibido la ley del exterior; se daban […] la ley a sí mismos y se atenían no sólo al reconocimiento propio de sus deberes, sino también a sus propias fuerzas para cumplirlos” (p. 1127). El apartado termina llegando a la conclusión de que el filósofo solo debía buscar la verdad, pues la ignorancia era la fuente del vicio, en cambio el saber era la raíz de la conducta moral.

                 Otra idea fundamental es como se concebía la moral según la filosofía, si bien existían diversas escuelas todas llegaban a un mismo fin “Soportar o renunciar […]. La meta de todo conocimiento […], es el desprecio de la vida”. En el sentido anterior el autor explica como los cristianos de los primeros siglos adoptaron la ética pagana filosófica y la combinaron con el pensar de Cristo. No obstante, en la Roma Republicana y primeros tiempos de la Roma Imperial, la filosofía no era bien vista, este el aspecto central del texto pues sus doctrinas eran incompatibles con la praxis romana, aun sabiendo que la especulación era un ejercicio saludable “moderador de las pasiones” (p. 1131).

                  El filósofo en la Roma antigua  no era visto con buenos ojos, explica el autor, ni por el gobierno romano (por sus críticas al sistema y al emperador), ni por las masas (por sus exigencias sociales y sobre todo lo pretensiosos que eran estos pensadores), e incluso la gente culta acusa de ser “actividad inútil y superflua” (p. 1138). El tema de discusión se explicaba en si la virtud se podía enseñar pues los grandes hombres no tuvieron necesidad de aprender filosofía y quedaba demostrado que donde se enseñaba este tipo de conocimiento (Grecia) se convirtió en “cuna de tiranos y enemigos de la patria (p. 1139). No obstante, a nivel particular las opiniones diferían Emperadores y hombres de estado habían fomentado e incluso habían abrazado la filosofía como una escuela de formación moral, incluso en un mundo donde la igualdad no existía, los esclavos que eran filósofos gozaban de cierto respeto. El autor finaliza su escrito con una importante conclusión: la filosofía fue un vehículo accesible a todos para el conocimiento, que echaba abajo las barreras sociales y  debilitaba el exclusivismo de la conciencia nacional.

lunes, 12 de agosto de 2013

Arnaldo Momigliano: “Ensayo de historiografía antigua y moderna”. ¿Mentía Fabio Píctor?, Editorial FCE, México, 1975. pp. 89-94.

Arnaldo Momigliano fue profesor de la universidad de Turín en 1936, pero debido a las leyes raciales de Mussolini es exiliado. Es considerado uno de los más grandes intelectuales del siglo XX, no solo estudio historia antigua, sino también sobre los métodos de la historia moderna, además de esto sus trabajos e investigaciones han contribuido a un mayor estudio sobre historia y eurocentrismo.
El autor comienza en el capítulo “¿mentía Fabio Pictor? Haciéndose preguntas sobre porque es necesario rescatar el pasado y además de cómo llegamos a él, después de esa introducción destaca los pocos datos que existen sobre el nacimiento de Roma y hace un análisis historiográfico sobre cómo se ha criticado a la literatura como fuente histórica y como la arqueología trata de confirmar el origen de roma literario con el histórico debido a la desconfianza de las primeras fuentes. De este modo, llega a el primer historiador romano que escribe los orígenes de Roma Fabio Píctor, un patricio que escribe durante la segunda guerra púnica, curiosamente lo hace en griego, si bien su obra se perdió, el autor destaca y corrobora que la obra de Píctor fue citada e influyó mucho en los escritores posteriores sobre la imagen de Roma para su posterioridad,  no obstante los eruditos han destacado que Píctor si bien trataba de divulgar a los no-romanos su historia esta caía en cierta propaganda y por ende en una falsificación de la reconstrucción histórica. Entre estos estudiosos se encuentra Alföldi, quien señalaba que los historiadores contemporáneos no percibíamos estas falsificaciones o reconstrucciones arbitrarias.
El citado Alföldi, señalaba que Píctor hizo desaparecer la antigua forma de estudiar la tradición histórica romana, no obstante no se detiene al tratar de explicarla o trabajarla. Este historiador trato de manera propia reconstruir el pasado de Roma, pero a pesar del trabajo de algunas inscripciones, monumentos, etc solo queda estipulado que esta ciudad paso de la dominación etrusca de un gobernador a otro y que Roma fue miembro de la liga latina (ayuda a los vecinos como federación) pero que para ese tiempo IV y III aC. Roma aun no sobresalía de las demás ciudades.
Momigliano destaca de este estudio dos cosas importantes, la primera es que la historia temprana de Roma es irrecuperable y debemos recurrir a la fuente sea esta fidedigna o no. Gracias a los aportes de la Arqueología y la epigrafía se sabe que Fabio Píctor si conocía los hechos del pasado romano.

jueves, 8 de agosto de 2013

Santo MAZZARINO: “El Fin del mundo antiguo”. Los juicios de Dios como categoría histórica, Editorial UTEHA, México, 1961. pp. 51-73.

Santo Mazzarino fue historiador italiano dedicado a la historia antigua, especialmente la antigüedad tardía. Su obra está enfocada en una historia de las ideas sobre la decadencia de Roma y su desaparición a través de un análisis historiográfico que parte desde el siglo III hasta nuestra contemporaneidad. El ejercicio crítico que practica el autor consiste en observar las distintas interpretaciones historiográficas enlazándolas con la historia general de la caída de Roma, logrando de este modo un ensayo monográfico en cada capítulo que trata. Además de lo anterior, su crítica a la caída de Roma es cuestionarse el concepto de “fin” ¿realmente termino Roma?
                El capítulo analizado: “los juicios de Dios como categoría histórica” nos muestra como los antiguos cristianos enlazaron la historia sagrada de pueblo de Dios con la historia profana de la decadencia romana a través de las invasiones bárbaros. Los cristianos consideraban que esta situación era un juicio de Dios como castigo a los romanos que en un tiempo pasado atacaron y persiguieron a los cristianos. El historiador hace un gran acercamiento a ver como las ideas intelectuales de San Agustín “la ciudad de Dios” se manifiestan en la obra de Orosio y por ende la mezcla entre lo histórico y lo sagrado “el pensamiento de Orosio conduce a la conclusión de que la historia es toda divina, de que todo evento habla directamente a Dios” (p. 55).

                “Los Juicios de Dios” o interpretaciones de San Agustin, Orosio, Rutilio, Zozimo, etc.  Destacan dos puntos  importantes que hacen diferir  a cristianos de paganos y es por una parte que los paganos tienen cierta nostalgia por su pasado (y culpan a Constantino de sus desgracias), pero por otro destacan que muchos hombres de la civilización romana preferían vivir en la barbarie.  También es necesario destacar que estos juicios fueron vistos como miradas escatológicas del fin del mundo pero no por ello fueron históricas, los cristianos le dieron el valor histórico al fenómeno. Y finalmente, se destaca las actitudes de los cristiano- romanos hacia los barbaros que en un primer momento es rechazo pero posteriormente al 476 dc. La idea de decadencia se ve modificada por la colaboración de barbaros y romanos para la defensa de la civilización cristiana.

martes, 6 de agosto de 2013

Mikhail ROSTOVTZEFF: “Historia social y económica del Imperio Romano”. Augusto y la política de restauración y reconstrucción, Editorial Espasa-Calpe, Madrid, 1962. pp. 94-161.

El autor es recordado por ser uno de los primeros historiadores que examinan la economía en la antigüedad en términos de capitalismo y revoluciones. Además de lo anterior tiene el mérito de haber supervisado personalmente  las actividades arqueológicas de la Universidad de Yale.
RESUMEN
Mikhail Rostovtzeff investiga en este apartado las reformas que llevo a cabo Octavio Augusto para restaurar el orden romano y como reaccionaron las clases sociales con estas políticas. El autor comienza señalando que posteriormente de las guerras civiles los ciudadanos romanos querían restablecer la paz y que no se volviera a repetir estos conflictos, además de esto aparece en escena el ejército como representantes de estos ciudadanos (y estaba compuesto por ellos) que colaboran en esta paz asociándose al emperador y no al senado. El ejército no solo cumplia esta labor además era el encargado de mantener la paz tanto dentro como fuera del imperio, Augusto se da cuenta de esta situación y toma medidas para que el ejército sea más inofensivo desde el punto de vista político.
A lo largo del texto el autor nos da a entender que es uno de los pioneros en el área económica social pues a lo largo de su obra no abandona la línea política, pero entrecruza los elementos económico-sociales. Los cuales están expresados en el ejército y quienes componen esta legión (clase senatorial y équites). Rostovtzeff explica cómo los ciudadanos équites ven la entrada al ejército como una forma de ascenso  social  ya que son reclutados de manera voluntario y con muy buen sueldo. El hecho que el ejército romano fuera tranquilo, gracias a esas medidas, favorecieron la política de reconstrucción de Augusto y en cierta manera la tranquilidad de la legión representaba la tranquilidad y confianza del pueblo romano al emperador.
En el plano social Augusto no altero las clases sociales, sino más bien las demarco más claramente y como podían participar en la vida del estado romano, la separación que realizo se basaba en las costumbres que tenían los romanos ya desde la república.En el plano económico el autor explica el rol de las arcas fiscales y privadas del emperador para mantener la paz romana, donde señala que no existía esta distinción pues el emperador muchas veces tuvo que utilizar sus propios recursos para fines públicos, lamentablemente a la larga los próximos emperadores no practicaran esto, sino al revés. Además de esto, es necesario señalar que el estado romano no tomo medidas restrictivas contra el comercio (salvo políticas o morales, pero jamás llevadas a la práctica) lo cual el autor sería una política de laissez faire.
Metodológicamente hablando, Rostovtzeff hce bastante uso de las ciencias auxiliares y en sus notas a pie de páginas son extensas y bastante explicativas. Las imágenes que utiliza si bien no van acorde al relato, nos sirven como ventanas al pasado pues nos ilustra y explica  los frisos, copas, etc  sobre la vida durante el periodo de Augusto.

domingo, 4 de agosto de 2013

Moses FINLEY: “La Grecia Antigua: economía y sociedad”. La Ciudad Antigua: de Fustel de Coulanges a Max Weber y más allá, Editorial Crítica, Barcelona, 1984. pp. 35-59.

Moses Finley fue uno de los grandes historiadores de la Antigüedad, se destacó por hacer una historia social de la antigüedad donde aplicaba tanto estudios económicos, como estudios culturales y filológicos en historia. Fue un historiador Norteamericano pero que se muda a Inglaterra por asuntos políticos, estos era porque consideraban a Finley comunista.

El autor estudia en este capítulo el tema de la ciudad en la edad antigua, partiendo de la convicción de que en esta época las personas vivían en comunidad y no en granjas aisladas “los Propios antiguos tenían la firme convicción de que la vida civilizada sólo podía pensarse en y por las ciudades (p. 35). Si bien el tema de estudio es la ciudad antigua, este no apunta a definirla sino más bien a otorgar ciertos elementos metodológicos y críticos  de como se ha estudiado la Ciudad en el mundo antiguo. Primero que todo parte haciendo la diferencia entre Ciudad y ciudad estado, lo cual para Finley son distintas conceptualizaciones pues la ciudad-estado es concebida por su situación política y la ciudad por su territorio el sector urbano y el sector rural.
Es en este punto donde aparece la idea central que plantea el autor, la cual es como los historiadores, sociólogos y economistas han diferenciado la ciudad antigua de la actual, la cual se basan netamente por asuntos cuantitativos (poca población, menos comercio, etc) o conceptualizaciones modernas  para analizarla, lo cual es la gran critica que hace el autor a la historiografía y también de lo poco que se ha trabajado en el tema por no llamar la atención. Partiendo por Fustel de Coulanges y su análisis comparativo de las ciudades estado, pasando por Werner Sombart y su conceptualización moderna de la ciudad como ente económico, pasando por Marx hasta llegar a Max Weber hace un pequeño análisis linguistico comparando los términos de la antigüedad con los modernos, por ejemplo el termino capitalismo, lo cual considera que es un anacronismo pues los antiguos no tenían esa visión estructurada del mundo, sino como un todo. Al final llega como conclusión que no existio la ciudad antigua en términos económicos, sino más bien existieron muchas ciudades antiguas con distintas características pero con un componente político-social, no económico. Todo esto apoyado en estudios cualitativo de las fuentes, ya que siente que las fuentes no otorgan toda la información y se mantiene escéptico.

jueves, 1 de agosto de 2013

Fustel de COULANGES: “El Cristianismo cambia las formas de gobierno”. La Ciudad Antigua, Editorial Porrúa, México, 1994. pp. 286-291.

Ante todo pido disculpas por no actualizar tan seguido, pero el trabajo no me deja tiempo para leer libros completos y he preferido hacer lecturas cortas pero significativas. He decidido también leer algunos de los autores clásicos para entender la Historia, este mes de Agosto dedicare tiempo a ellos. saludos
imagen del libro  imagen del autor
Fustel de Coulanges desde un punto de vista historiográfico  basado en como la religión estructuro las sociedades antiguas, estudia como el cristianismo  modifico la forma de adorar a los dioses antiguos y por ende la política, la ley y la propiedad en la ciudad antigua romana. El autor explora, en un primer momento, que se entendía por religión en el mundo grecorromano en la antigüedad clásica el cual la devoción había permitido el surgir del derecho y el gobierno. “Religión, derecho, gobierno se habían confundido y no habían sido más que una sola cosa con tres aspectos diferentes” (P. 286). En una primera parte de la investigación se puede observar como la religión controlaba la vida pública y privada, pues se asociaba ese régimen social a la religiosidad. En una segunda parte se puede prestar atención como el cristianismo otorgo una nueva fuerza al sentimiento de la devoción, dándole un aspecto menos material y más espiritual, superando al paganismo y aceptando más adeptos, algo que la religión antigua no aceptaba. “El extranjero ya no profanaba el templo ni mancillaba el sacrificio con su sola presencia” (P. 288). En la tercera parte Fustel realiza un análisis comparado entre este cambio que otorgo el cristianismo a la forma de concebir la religión  desde la perspectiva del gobierno; un gobierno que no es terrenal, donde el gobernante gobierna desde el cielo, que derriba los cultos locales para centrarse en Dios, “La marcha de la política se hizo más libre; ninguna autoridad, de no ser la ley moral, la entorpeció en adelante. Por otra parte, si el Estado fue mas soberano en ciertas cosas, su acción quedo también más limitada” (P. 289)
Fustel de Coulanges nace en Francia en 1830 y muere en 1889, profesor de historia en la universidad de Estraburgo. Su Obra la ciudad antigua plantea las relaciones y comparaciones, que existen en el mundo clásico, sobre las instituciones político religiosas y la propiedad. El tema muy adelantado a su época pues es aborda el problema desde una óptica comparada, escribiendo en modo narrativo y alejado, dentro de la medida, de las corrientes tradicionales del periodo, (recordemos que  la historiografía francesa de Annales aún no surge 1929). Conceptualmente le otorga a la religión no solo un componente político, sino también asociado a una cultura de la época, una forma de vida donde se confunden las estructuras políticas, económicas y sociales. Estas interactúan y se confunden entre sí. También tiene el mérito de plantear que el cristianismo no solo modifico las relaciones de la religiosidad con el mundo público y privado, sino que también supera a su predecesora que es la religión pagana, ambos temas desarrollados en mayor profundidad tiempo después por Paul Veyne*, lo cual convierte a la obra en un manual clásico para abordar los estudios sobre el culto en la historiografía.


* PAUL VEYNE, Quand notre monde est devenu chrétien (312-394), Bibliothèque Albin Michel, Paris, 2007, 320 págs

la imagen extraida corresponde a la pagina de internet
http://bimg2.mlstatic.com/la-ciudad-antigua-coulanges_MLC-F-4402482301_052013.jpg

la imagen del autor se encuentra en la pagina de internet
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhracEOgJtZsvGgOfP5M7QkPVhFufchNQLeMzdqPjahMvCdvYC31HXectRst81PaCc9_Fl6X3xoFFcdZQAWPA-cMymplpjggoF4Jx1tgkudKkpWvTXKtvD-C1dWp8KlcWtiuv35coOYQPQ/s320/Imagen2.jpg