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cristianismo popular: a juicio de Maximiliano Salinas, se entiende por
cristianismo popular a los cristianismos folclóricos de las clases oprimidas
(campesinos, razas, etc.) que pertenecen al contexto histórico de XVI, tiene
como característica principal la creatividad religiosa, el elemento fiestero o
carnavales (alegría y buen humor) y sobre todo su cuota de rechazo a la cultura
dominante como el clero, la institución católica, protestantismo, los
gancheros, los político, la cultura elite, etc. Es este sentido se caracteriza
por ser una historia de personas oprimidas.
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mestizaje cultural y religioso: dentro de los aspectos interesantes de este
cristianismo popular que explica el autor se expresa la idea de cómo la
religiosidad esta en unión con elementos de carácter indígena o mestizo, los
cuales están conjugados con la idea como sus hábitos sociales son reprimidos
por la cultura imperante, se habla de que no existe un reconocimiento de estas
prácticas por parte de elementos tanto políticos (instituciones), morales (la iglesia y considerar esta relación como
paganismo) y la actividad sexual) y sicológicos, de este modo se configura un
mestizaje al revés, a juicio del autor), pues se mantiene la idea central de la
religiosidad católica pero con fuerte elemento local (por decirlo de algún
modo), o en términos simples: “pueblo religioso y anticlerical a la vez” (Gabriela
Mistral).
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Medios de salvación popular: debido fundamentalmente a que el cristianismo
popular se manifiesta en oposición al cristianismo oficial, posee elementos
propios, como por ejemplo cantos, fiestas con carácter alegre y humor, debido a
esto el cristianismo popular tiene una fuerte tendencia a la renovación de la
vida, lo cual se expresa en las fiestas hacia el niño Dios, María madre, y la
poesía popular de Fernandino Guajardo. Siguiendo lo anterior, así como el
cristianismo popular tiene un marcado acento a la renovación de la vida,
también tiene elementos escatológicos, los cuales expresa el poeta popular que
se mencionaba anteriormente, ya que existe la convicción de que como son clases
oprimidas llegara el día en que la gente que les hizo daño o se aprovecho de
los más débiles (por ejemplo empresarios, clases altas o alto clero) tendrán su
castigo divino, así mismo, las fiestas religiosas populares expresan su burla a
las clases dominantes y han servido, a juicio del autor, de recipientes para
preparar rebeliones. En esta lógica lo central en sí, trata de una comunicación
más estrecha entre el sujeto popular y la “religiosidad” (no hablo de relación
Dios-hombre, pues el cristianismo popular es mas de carácter mariano o
cristológico que con la entidad superior en sí), ya que se trata de hacer mas
cercano lo divino y luego volver a elevarlo.
El autor hace un rescate sobre las creencias
populares de Chile e Iberoamérica desde una perspectiva eminentemente desde
abajo. La hipótesis de la obra en grandes rasgos es afirmar que la cultura
popular religiosa es un elemento distinto o incluso entra en conflicto con el
cristianismo oficial. El objetivo que se plantea el autor para explicar su
hipótesis, en sus trabajos monográficos, es implícito y es explicar que
características posee el cristianismo popular como movimiento folclorista (personajes,
fiestas, luchas sociales, etc) y como se relaciona con la cultura oficial (sea
política o religiosa) y ver sus reinterpretaciones del mundo cristiano como
medio para clamar una liberación. Lo interesante de su trabajo en si es como
tratar de comprender teológicamente la cultura del pueblo Chileno e
iberoamericano no desde una perspectiva claramente marxista de conflicto
sociales, política y economía (aunque constantemente hace notar que esta
cultura popular es oprimida), sino mas bien desde el punto de vista de la
mentalidad y el imaginario.
Maximiliano Salinas, en su obra en el cielo están trillando: para una historia de las creencias populares
en Chile e Iberoamérica, hace su estudio en el ámbito de la historia
socio-cultural, la razón de este nexo se explica en que su objeto de estudio es
la religiosidad popular como medio para
liberarse de las políticas dominantes de la elite tanto política como
religiosa, no solo se manifiesta esta teoría de “lo oprimido”, sino también se
sumerge en cómo es entendida la espiritualidad por los sujetos populares
mediante estudio de casos (el ejemplo del poeta popular Fernandino), lo
interesante en este sentido es que utiliza el método historiográfico de la
alteridad u otredad. Así como conjuntamente su libro es marcadamente asociado a
la historia cultural (utiliza inconsciente transindividual y no el inconsciente
colectivo de la historia de las mentalidades) también se distinguen elementos
de historia monográfica, pues son distintas investigaciones en diferentes
intervalos de tiempo, con distintas temáticas pero asociadas al elemento de la
religiosidad.
La forma en cómo escribe el autor es de una manera
clara y de carácter cualitativa, es decir va de lo general a lo particular,
además va corroborando su tesis y su exposición con la fuente utilizada. Las
fuentes que utiliza principalmente son canciones populares, tradiciones orales
y festivas (que se han registrado), poesías y en menos medida leyendas y
cuentos, todo esto principalmente en el ámbito popular aunque se pueden
rescatar algunos poetas nacionales renombrados como Gabriela Mistral e Pablo
Neruda, también hay un uso en menor medida de estudios estadísticos o
documentos clericales pero que están presentes en la cita que en el texto en
sí. Es interesante también amplio repertorio de bibliografía especializada en
el Tema sobre todo de historiadores extranjeros donde se destaca principalmente
Mircea Eliade e historiadores de cultura popular europea como Mijail Bajtin,
también, aunque en menor medida, cita a la Biblia. En el aspecto de las citas
Salinas deja sus comentarios al final del texto en conjunto con la
Bibliografia, lo cual no hace la discriminación de ambas cosas y dificulta un
posible interés de por una obra en particular. Para finalizar Maximiliano Salinas tiene
claro que dentro de su metodología hay algunos aspectos que no se han
investigado en profundidad, cita textualmente a Eliade sobre esta dificultad:
“lamentablemente, no existe aún una hermenéutica adecuada de las tradiciones
rurales o, dicho de otro modo, un análisis de los textos orales
mítico-religiosos comparable a la interpretación de las obras escritas” dejando
entrever que hasta su investigación tiene límites lo cual eleva su
reconocimiento como historiador.
Pd: se acaban las vacaciones y se acaba el tiempo para hacer lecturas completas, pero estaré actualizando mas seguido, aunque con artículos más pequeños.
saludos
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