Entre las ideas importantes a mencionar en la obra se encuentran:
La vida del campesinado anteriormente a la reforma agraria: la autora explica que la vida de los campesinos en Chile quedaba subordinada a la autoridad del patrón y aunque era difícil desafiar a esta estructura existían mecanismos para demostrar el rechazo a las injusticias de este, como por ejemplo el robo de gallinas, retardo de faenas, destrucción de cercados, etc. La razón por la cual el patrón subordinaba al inquilino tenía profundas raíces coloniales, es más el uso de seudónimos como “indio”, “gringos”, “chinas”, etc. Legitimaba este modelo de superioridad que no solo se expresaba en un plano económico de que el patrón era el dueño de la tierra, sino también se derivaba a otros planos sobre todo de caracteres paternalis
- Sexo, genero y autoridad: el texto principalmente hace referencia a la desigualdad de género que se gestaba “tanto en el las labores del latifundio como las nociones patriarcales que otorgaban derecho a los hombres sobre el cuerpo y el trabajo de las mujeres” pero esto era principalmente por ser sus maridos y padres, eran el sustento del hogar. A juicio de Tinsman existía un intercambio de sexo por seguridad material, es esta la razón por la cual las mujeres buscaban el matrimonio (y hombres también), sin embargo las mujeres apelaban mas a una mayor reciprocidad. Las relaciones sociales y económicas del sistema de inquilinaje ayudaban a que este modelo se mantuviera pues las mujeres tenían menos oportunidades que los hombres para obtener un trabajo bien remunerado, por ende dependían de los hombres. La autora da un punto importante a mencionar sobre esto y es que “la idea de éstos (los hombres) eran más aptos para la mayoría de los trabajos en la hacienda y que las mujeres eran responsables por naturaleza de la crianza de los niños y consecuentemente dependientes de los hombres, ratificaba la exclusión de ellas de la mayoría de los empleos y reforzaba la importancia del matrimonio y de la familia para la supervivencia femenina”.
- La reforma agraria, una perspectiva de género: hay que tener presenta que siempre da a entender que la reforma agraria estuvo enfocada en los hombres, pues para ellos esto fue una acción viril por la humillación contenida hace años por los terratenientes, los hombres se convirtieron en el motor de los cambios y principales protagonistas de sindicatos y huelgas, las mujeres fueron relegadas a un plano más auxiliar, ella debían “proporcionar un peso simbólico” a las manifestaciones de solidaridad de clases y de mejoramiento comunitario. No obstante, se lograron metas de importancia en la emancipación de los derechos de la mujer gracias a la educación rural, los centros de madres y los medios de planificación familiar que impulsaron los gobiernos para tener control de la natalidad, mejorar el bienestar físico de la mujer y generar normas menos coercitivas sobre la sexualidad dentro del matrimonio. Este tipo de prácticas difundió un ideal de familia en que el marido tenía el control pero que las mujeres podían ejercer cierto mutualismo, comunicarse con sus esposos y ser dueñas de sus cuerpos. En cierto modo puede que la reforma agraria elimino elementos de dominación masculina pero reforzó otras.
- La limitación de la participación femenina: Heidi Tinsman explica que la razón por la cual las mujeres estaban limitadas a participar en organismos como la CERA (la mayoría de las mujeres que podían participar eran en calidad de esposas e hijas de trabajadores) era el sentimiento de los hombres de perder sus privilegios, pues “esto pondría en peligro sus bases de la jefatura masculina en el hogar, incluyendo los vínculos entre dominio sexual de los maridos sobre sus esposas, rol proveedor del jefe de hogar y labor domestica femenina en nombre de los varones”; los organismos del gobierno y la clase media entendían esta situación y apoyaban a los campesinos, pues a además se asociaba la liberación femenina con un acto inmoral. La autora sentencia que “la insistencia de que el machismo era un rasgo personal que yacía fuera del terreno de la lucha política, no solo reflejaba la presunción de que la autoridad de los hombres sobre las mujeres era natural, sino que eximia al género y a la sexualidad de la lista de relaciones e ideas que requerían una revisión radical” es por esto que el proyecto de que las mujeres participaran en el CERA se rechazara.
la tesis principal de Heidi Tinsman es: “la conexión entre la sexualidad y el modo cómo la política adquiere perspectiva de género, la sexualidad es crucial para entender cómo funciona el género”. Este es el aporte de su investigación, pues enfatiza no solo enfatiza la marginalización de las mujeres, sino el “por qué” y él “como” se generaron esas divisiones laborales.
Dentro de los aspectos más positivos que se pueden distinguir en la obra de Tinsman está su visión historiográfica de género, esto quiere decir en la relación entre los sexos y no una historia feminista donde deja de lado el factor masculino, de esta manera el gran merito de esta historiadora es ver las relaciones de la sexualidad, el género y la mentalidad en un contexto político-económico como lo fue la reforma agraria. También se destaca sus amplias fuentes históricas de carácter oral, son 80 entrevistas las cuales le dan cierto mérito por el trabajo recopilado el cual se une con los tradicionales documentos como informe de la CORA, archivos parroquiales, documentos estatales, etc. Otro aspecto a considerar es que a lo largo de la lectura se puede observar como fenómenos parecidos se dieron en otras partes del mundo, como China, México o Nicaragua, destacando el aspecto de la sexualidad y el género en la vida cotidiana en comparación con Chile.
A pesar de lo anterior, el libro “la tierra para quien la trabaja” utiliza ciertos elementos que, a juicio personal, le quitan cierta objetividad, y es de catalogar al género masculino de una manera peyorativa en algunos casos, pues trata de mantener el discurso del sometimiento de las mujeres. Este aspecto es importante pues hablamos de la mujer popular y no de la mujer de elite, sin duda hubiera sido interesante que Heidi Tinsman profundizara en las mujeres de ambos estratos sociales y así como lo hizo con los hombres, pues en el libro solo se hace pequeñas reseñas sobre las mujeres dueñas de fundo o esposas del patrón pero explica esta problemática a fondo.
Para finalizar agrego una cancion sobre la reforma agraria del grupo chileno Inti Illimani.
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