martes, 24 de septiembre de 2013

Jorge ROJAS FLORES: Los suplementeros: los niños y la venta de diarios. Chile, 1880-1953, Editorial Ariadna, Santiago, 2010, pp. 7-208.

Jorge Rojas nos presenta en este libro la historia de un sector poco estudiado en la historia, los suplementeros, Mediante una metodología basada en la historia social surge de su intento por reconstruir una historia de los niños trabajadores de la calle y como existía (o no existía) una preocupación por parte de la sociedad con este grupo social. El marco referencial es la principalmente la ciudad de Santiago y Valparaíso, a excepción de algunas provincias) desde 1880 hasta 1953.
Las ideas que trabaja el autor están agrupadas en capítulos, veintisiete para ser exactos, pero agrupados en tres grandes temáticas: el origen y percepción que se tenía de este sujeto de estudio, la cuestión social y los intentos de superación de la pobreza de los suplementeros, finalmente  el sindicalismo en estos. Si bien la obra en si ofrece un amplio espectro de temas, creemos que estos son los más trabajados por el autor.
Dentro del libro se puede rescatar las preocupaciones que tenían la elite, la iglesia u otros organismos por “reglamentar” el trabajo y la vida de los suplementeros, los cuales, a juicio del autor, son de naturaleza huidiza, “mientras la clase alta se esforzaba por civilizar la ciudad, modernizar el transporte, cultivar el refinamiento europeo, los pobres de las calles no abandonaban los oficios que les permitían sobrevivir” (P. 10).

Las ideas principales que hemos detectado son:
Origen y percepción a los niños suplementeros: el autor explica que el origen de los suplementeros surge del interés de las personas por saber el curso de las campañas militares en la guerra del pacifico, el aumento del tiraje de periódicos hizo posible que apareciera en la venta callejera las ultimas noticias sobre el fenómeno, “estas hojas informativas eran voccadas por niños” (p. 13).  Rojas explica que su ámbito de estudio además está relacionado con la historia del periódico en si, pues es hacia 1880 aproximadamente que los periódicos van dejando lentamente sus contenidos ideológicos para centrarse mas en los acontecimientos políticos, sociales y policiales, además del uso de fotografías. Como se señalaba anteriormente, eran los niños y jóvenes los que repartían estos periódicos y se convertían en el nexo entre la editorial y la gente que quería informarse, estos niños eran de un estrato social bajo y gracias las fotografías del autor se puede constatar que vestían sin zapatos y casi de harapos. Este ejemplo aplicado en Santiago y Valparaíso también podía aplicarse a las demás provincias de Chile (según el autor), dentro de este clima social se van gestando en la poblacion chilena un imaginario sobre estos niños, surgen percepciones tanto positivas como negativas.
Dentro de las visiones positivas se recalcaba el fervor patriótico que tenían estos niños pues, a juicio del Periódico de Allende,  estos niños realizaban su labor de una manera honrada y se les hablaba de una manera casi paterna: “el entusiasmo cívico de esos chicos (se refiere a una festividad en que participaron los suplementeros), muchos de los cuales tendrán ocho años de edad. Son los hombres de mañana que no pudiendo servir desde luego, por su pequeñez física [comunican] anticipándose, su aliento a los hombres de hoi” (P. 34-35). Conjuntamente con esta visión tambien surgen otras ideas de ver a este grupo de niños, en general la sociedad creían que estos caían en una degeneración moral, sentían lastima de ellos por su condición social y otras veces sentían una “admiración” por los esfuerzos que demostraban por salir adelante. Dentro de estas visiones se ve a los suplementeros como gente pícara, niños que se dedican a engañar a la gente, robar e incluso gastar su dinero en juegos de azar, estas visiones, que empezó a gestarse en el siglo XX, tenían un punto en común estos niños estaban ciertamente en abandonados por la sociedad, e incluso de las instituciones de caridad. A finales del siglo XIX se empezo a dar algunos esfuerzos tanto por particulares como el estado por regular la presencia de vendedores en las calles y principalmente de educar y moralizar a estos niños que son “victimas” de su tiempo.
La cuestión social y los intentos de superación: el ambiente en el cual vivían estos niños suplementeros no era el más apto para una vida civilizada, el vivir en la calle era concebido como vivir al borde de la ley (o en contra de ella): la prostitución, los robos, estafas, asesinatos y sin contar naturalmente la mala calidad de vida de estos personajes dieron impulso a un interés por parte de las municipalidades y otros por regular y “salvar” a estos niños. Dentro del texto se puede destacar que existieron numerosas leyes municipales para regular el trabajo de los suplementeros, como los  “decretos municipales a la actividad callejera, por motivos presupuestarios (cobro de permisos), higiénicos y estéticos” (P. 63) uno de ellos, por ejemplo, fue sobre que requisitos debían tener las personas para ser suplementeros, pues si estos tenían malos antecedentes no podrían realizar esta obra, o también que para obtener estos periódicos los niños tenian que cumplir ciertas condiciones: saber leer o escribir, asistir a la escuela, tener a lo menos diez años de edad, no manifestar enfermedades repugnantes o contagiosas, etc. pero debido a la falta de coerción, la defensa de las empresas editoriales o simplemente el no cumplimiento por parte de la policía de estas leyes se derogaron.
Si se pudiera resumir la idea principal del autor en esta temática seria algo asi: “Aunque la imagen que la alta sociedad se formo del suplementero tuvo variantes, nunca se abandono del todo el estereotipo de la carencia moral y material. De nada valía, para esta mirada, el esfuerzo diario que hacían para sobrevivir, defender sus derechos y construir un espacio propio en las calles” (P. 80) “el mayor rechazo que se generaba hacia los niños en la calle, y en especial hacia los suplementeros, se debía a la libertad que demostraban en ese espacio y la dificultad de contrarrestarla […] el niño suplementero disponía de dinero por su misma actividad laboral, sin que esta lo atara a un horario estricto…” (P. 81-82).
Aunque las políticas de superación de la pobreza a los suplementeros no tuvo gran éxito, sus ideales perduraron, lograr una educación y moralización a los niños “estaban impregnados de un discurso fuertemente cargado de una visión salvacionista. Luego fueron los propios suplementeros adultos quienes hicieron suyo este ideal” (p. 83)
El sindicalismo y la nueva etapa: anteriormente a 1904 existieron en Chile huelgas de suplementeros, en 1888 existió una por motivos de la desaparición de las noticas policiales (las cuales eran mas motivantes de leer y por ende más vendidas) debido a que provocaba críticas a la moral. Y la huelga de niños suplementeros de 1902 la cual fue por el aumento de precio de los periódicos. Ambas huelgas, según lo investigado, no cuentan con tanta fuente al respecto sobre las causas o las consecuencias que genero dicho movimiento, sin embargo se destaca la idea de que los suplementeros ocupaban un rol dentro de la prensa, ellos están entrecruzados con las editoriales y por ende está asociado a la historia de la prensa y el negocio editorial. Los suplementeros lentamente empezaron a abandonar su marginalidad y alcanzar un grado de dignificación mediante la educación y la regeneración moral y no exclusivamente en aspectos económicos. “desde de los inicios de la actividad, fue muy fuerte el intento por elevar los niveles de dignificación del oficio y consolidar un cierto reconocimiento social” (P. 197) las mutuales, acciones gremiales y sindicatos lograron mediante el cultivo del deporte y mas tarde en adoptar una trayectoral sindical y laboral con las empresas de periódicos, otro aspecto interesante es que este grupo sindical no tenía un grado de politización, aunque si existía un respeto por la autoridad. A juicio del autor fue este sindicalismo el que logro una verdadera dignificación del gremio de suplementeros. “de los niños vendedores de diarios solo quena recuerdos, recuerdos que han sido asociados a las conquistas del gremio, a costa de sacrificios, trabajo y educación (P. 199).

El trabajo historiográfico que realiza Jorge Rojas está basado en una amplia gama de fuentes de las cuales se destaca el periódico, entrevistas orales, literatura, fotografías, páginas web y material audiovisual, eso sin contar con el fuerte sustento de bibliografía especializada, su trabajo está asociado a lo que se conoce como historia social y esta explicado de una manera cronológica donde se puede encontrar sub apartados para cada tema en cuestión. También se destaca manejo de información cualitativa para ciertos casos. La forma de investigar que utiliza es de tipo exploratorio.
 La importancia historiográfica que posee su investigación es mostrar que la modernización  y específicamente el uso del periódico, tuvo su lugar gracias al accionar de estos niños suplementeros que colaboraron repartiendo las noticias. También es destacable que la visión que se da sobre este trabajo es como lo vivieron los niños, pobres y pícaros tuvieron el ingenio de sobrevivir a la adversidad y salir adelante e incluso lograr la dignificación por sus propios meritos y no a costa del estado u otros. Estos suplementeros tienen su lugar en la historia.
 Si bien la obra en sí no es complicada de leer creo que hubiera sido más provechoso agrupar los capítulos de una manera temática y no cronológica, muchas veces el autor mencionaba ciertos elementos pero no los profundizaba y luego los volvía a retomar, logrando más de una ocasión “perder el hilo” a la problemática que está tratando. Sin embargo, se puede destacar muy bien la evolución que tuvieron los suplementeros en la historia. Dentro de las ideas importantes que se señalaron hubiera sido interesante ver que opinaban estos sujetos populares sobre ellos mismos para contrastar con las visiones que tenia la elite y la Iglesia. Aunque esa es una de las debilidades de la Historia de la infancia (se puede caer en subjetividades) creo que es necesario hacer este ejercicio historiográfico, pues el apegarse demasiado a la fuente no permite una mejor alteridad. También es necesario profundizar en ciertos conceptos como el de “pícaro” pues no daba una definición sino que simplemente caracterizaba y al sujeto en sí.
El autor se mostro humilde a la hora de explicar su trabajo, recalcando sus límites metodológicos y no arriesgarse a decir algo por falta de fuentes, se puede decir que fue un trabajo bastante periodístico por la forma de abarcar las fuentes y las entrevistas.
Sin duda lo más novedoso en su investigación es la forma en cómo utiliza las fuentes tanto orales como iconográficas logrando un verdadero complemento del relato histórico. También es necesario destacar que Jorge Rojas en uno de los pocos historiadores chilenos que se dedica a la historia de la Infancia, lo cual da una enorme contribución a la historiografía. Sin embargo, muchas veces llego a ser reiterativo en su trabajo algo que pudo haberse resumido. Dentro de las debilidades de la obra creo que falto problematización, si bien había una amplia gama de fuentes el autor se apegó a las fuentes y no realizar una interpretación crecidamente profunda de algunos elementos. Por ejemplo, el sindicalismo. La obra en sí parece más un relato, al menos teóricamente.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Dominique SIMONNET, Jean COURTIN, Paul VEYNE, Jacques LE GOFF, Jacques SOLÉ, Mona OZOUF, Alain CORBIN, Anne-Marie SOHN, Pascal BRUCKNER y Alice FERNEY: La más bella historia del amor, FCE, Buenos Aires, 2010, pp. 274.


      ¿Puede realizarse una historia del amor? ¿El concepto de amor en nuestra actualidad se entendía de igual forma que en el pasado? Dominique Simonnet es la encargada de realizar un estudio mediante entrevistas intentando reconstruir cómo se amaba en el pasado, partiendo desde la prehistoria hasta nuestra actualidad, tomando como referente el continente europeo. En un lenguaje claro y apto para todo público, la redactora entrevista a historiadores y escritores que logran desentrañar una historia de larga duración sobre el amor, fundamentándose en la triada: matrimonio, sentimiento y sexualidad. El tema del amor en el pasado fue algo cotidiano, pero no siempre se cumplió la triada mencionada anteriormente. Las convenciones socioculturales, las condiciones económicas, el marco religioso, las nuevas coerciones hacia la sexualidad, sin duda marcaron en cada época a hombres y mujeres, una forma de vivir la procreación, el placer y el amor de una manera diferente: “matrimonio sin amor ni placer. Matrimonio de amor sin placer. Placer de amor sin matrimonio” (p. 9).
      La hipótesis central de este libro es de carácter explicito el cual es considerar el amor no solo como un asunto hormonal, sino que “siempre está ligado a nuestro pasado lejano [...Los…] comportamientos amorosos arrastran la pesada herencia, no sólo de nuestros padres, sino también de las numerosas generaciones que lo precedieron” (p. 11).  El objetivo general de su investigación también es de carácter explícito y trata fundamentalmente de explorar como se amaba en el pasado Occidental, cuál era el ideal del momento, si este ideal se asemejaba a la realidad y que sitio ocupaba el deseo y el sentimiento en la sociedad. Del mismo modo, la autora nos da a entender que no siempre las imágenes que nos transmite el arte y la literatura de un periodo, reflejan un fiel retrato sobre la sociedad a estudiar.
Para lograr una reconstrucción de larga duración sobre el amor, la autora agrupa las entrevistas de manera cronológica haciendo hincapié en cómo se prioriza un aspecto de la triada matrimonio-placer-sentimiento, partiendo desde la prehistoria hasta nuestra contemporaneidad, su idea de amor es observar cómo interactúan esos elementos de la triada en la historia y que no necesariamente se cumplen a cabalidad

lunes, 9 de septiembre de 2013

EDUARDO CAVIERES: La Historia en controversia. Reflexiones, análisis, propuestas. Valparaiso, 2009.

“dialogo en torno a la historia y a los historiadores”

 Ideas principales:
a)      Sobre historiografía: el dialogo comienza sobre cómo se ha manifestado el interés en algunas corrientes historiográficas, donde se comienza hablando sobre la demografía histórica, la cual, fue un esfuerzo por los historiadores por buscar formas de historiografía más exacta, las precisa y mas demostrada, sin embargo se demostró que existía una frontera entre lo histórico y lo no histórico, debido fundamentalmente a el ámbito de lo biológico, pues no siempre las familias nucleares  producen niños, también tienen fases de no nuclearidad, sin contar naturalmente con aquellas relaciones familiares donde no se vive en el mismo techo. Posteriormente buscando el historiador mayores alcances de interpretación se hablo de la historia de la familia, en términos de organización social, de estructuras sociales, etc. Pero de igual modo esos conceptos trabajados  no declaraban las causas que permitían explicar las diferencias entre un fenómeno y otro.  Cuando se hablo de la historia de las mentalidades, la cual aparecen arraigos sicológicos de los individuos y las estructuras fuertes de pensamiento, a juicio de Levi, no existe una sociedad con una mentalidad, existen límites de lo pensable, es decir existen mentalidades múltiples e infinitas posibilidades, esto se debe a que los hombres son diferentes los unos de los otros (necesidades, deseos, informaciones, etc).
 La conclusión a la que llega Levi, no es señalar que los modelos anteriormente mencionados son fracasos que llevaron como consecuencia a la historia social de la cultura, sino  de cómo el historiador ha tratado de hacer de la historia una ciencia lo mas total posible. Cavieres plantea que el fruto de esta “evolución” de la historiografía correspondería a un fundamento para explicar la sociedad pre-industrial, aunque Levi señala que la sociedad antes de la revolución industrial no era más simple, sino que tenía otras complicaciones.   
b)      El historiador: la labor del historiador es otra de las ideas importantes del  libro que se destacan, entre ellas está el trabajo con otras ciencias sociales, pero que sin embargo, no  tienen muchas veces la misma cantidad de datos pertinentes, por ende el historiador debe describir situaciones emanadas de parcialidades de información.
Dentro de los defectos de la relación entre historia y ciencias sociales es que (a juicio del historiador) el mundo verdadero comienza en la mitad del siglo XVIII, es por esto que existe un abandono de la historia moderna, pues no se considera interesante. Lo importante en esto es que, a juico de Levi, el tiempo de la historia no es el tiempo del contemporáneo en contra de los modernos: es simplemente el tiempo de los problemas, la historia se hace por problemas. A reflexión de Levi, hoy se debe partir de que los documentos poseen su rasgo tanto de objetividad como de subjetividad, es a partir de esto que el historiador debe ordenar estos elementos para darle coherencia y explicar el desorden, pues a su juicio el mundo es desordenado y como es desordenado debe ser complicado analizarse.
c)       Los documentos: Givanni Levi parte de la idea de que los documentos son escritos por la gente exitosa, he ahí donde comienza su reflexión, la historia la escriben los vencedores y estos vencedores (elite) no escriben sobre sus fracasos o sobre los fracasados, en esta lógica, Levi plantea que los documentos son parciales, pues describen especialmente cuestiones que son producto de una diferenciación social, este es el problema pues el historiador cree que todos los documentos son toda la realidad, cuando no es así, esa es la razón de porque la historia cuantitativa es criticable. (entendemos por documentos el escrito, el inmaterial como la tradición oral o el material como la iconografía). Además de lo anterior los documentos pueden ser distorsionadores, pues a partir de un simple dato se puede llegar a conclusiones generales que no precisamente reflejan el fenómeno, por ejemplo la descristianización con los datos de Vovelle.
d)      La metodología: La reflexión comienza cuando se trata se establecer los límites en la historiografía, esto ha ocurrido por la aplicación de nuevas perspectivas de análisis y la amplia variedad de fuentes, entre estas nuevas formas metodológicas se destaca la microhistoria, la cual “es historia de grandes problemas vistos a través de un particular, un lugar, una situación, un documento, un cuadro. A través de este se sale para llegar a problemas generales, no soluciones, generales”. En la microhistoria existe una multiplicidad de tiempos, por lo cual comparte mentalidades, comportamientos, situaciones de naturaleza antropológica, que van explicando (o aproximarse a explicaciones) sobre las conductas profundas y sobre los comportamientos y las actitudes de individuos y de grupos dentro de una sociedad. En este sentido, las nuevas formas de hacer historia ha resaltado estudiar a las personas, sean incultas, desgraciadas, etc. Pues produce conocimiento, pero además emociones. Desde la microhistoria  se puede, de este modo, hacer una conjunción, la interrelación entre esos tipos de personas y como sus vidas se van comunicando.
a modo de conclusión, Levi plantea que dentro de los métodos de la historia no se debe caer en el relativismo, pues el historiador trabaja sobre la idea de que las cosas no son cognoscibles en su conjunto, son irreproducibles en si totalidad: sin embargo son reales y cognoscibles en su parcialidad, y en sus transformaciones, porque los puntos de vista del tiempo cambian.
Comentarios:
                Al finalizar la lectura sobre este documento, siento que ha quedado algunos espacios sin respuesta, vacios dentro de la metodología de la historia que no se tratan, en primer lugar el rol del historiador, si bien se hacen algunas menciones pero no se trata la verdadera esencia “la historia es inseparable del historiador” (como diría Marrou) recordemos que la historia es una construcción no solo del pasado sino asimismo del presente. También es necesario recalcar otro aspecto importante y es como se ve la historia hoy en día, pues deja un sabor amargo la reflexión de Giovanni Levi sobre el corporativismo de la historia y la gremialización de la historiografía, este punto si bien estoy de acuerdo, es necesario resaltar que hoy en día el enfoque histórico sigue cambiando y ya hablamos de una historia ambiental o historia del tiempo presente algo que en esa obra no señala.
                El formato en el cual está comunicado este escrito, si bien favorece a una lectura rápida y comprensiva deja cuestionamientos sin principio ni final, uno de los autores habla de la historia de las ideas y que criticaba el método por no aceptar el contexto, pero no explica ni que es la historia de las ideas o mayores detalles sobre su método, lo mismo ocurre la lectura sobre las tendencias historiográficas mencionadas como las mentalidades y la historia socio cultural, solo se hace hincapié en sus puntos de similitud, pero no profundiza, salvo eso si en la microhistoria y la historia local pues tratan de diferenciarlas.  Otro aspecto es también el formato dialogo, pues las ideas se cortan y no siguen una línea clara, la divagación sobre un tema entorpece buscar las ideas principales o incluso lleva que no deje la idea terminada, sin embargo, la intervención de Cavieres para profundizar algunos aspectos ayuda a comprender mejor el texto y la idea de estos.



“de la microhistoria a las construcciones sociales de la historia”
Ideas principales:
a) Sobre la microhistoria: esta es definida como “una reducción de una escala de representación que permite ver cuántas cosas importantes escapan al ojo del observador, cosas grandes o pequeñas, pero sin ser un operador de microscopio”. Esto se debe a que la labor del historiador es subrayar las diferencias y subrayar las complejidades  y no sólo las pequeñas uniformidades. Esta problemática surge de la búsqueda de la comprensión de los comportamientos de los hombres, los cuales todos son diferentes.
b) La historia como disciplinamiento: Levi explica que la historia es un esfuerzo de disciplinamiento que mal entendido produce desastres, como el ejemplo de Wallestein de afirmar que la historia es un discurso de disciplina, pues estos dejan entrever que el ser humano no puede hacer nada contra el poder mundial, solo es un elemento del sistema. En este sentido, la idea que rescata el autor es plantear que el papel del historiador es observar y estudiar las reglas sociales que han hecho que los comportamientos sean diferentes.
c) Sobre la objetividad-subjetividad: una idea interesante a rescatar de este artículo es la visión que tiene el autor sobre la subjetividad y la objetividad que a su juicio deben convivir juntas, pues son parte de la realidad, siguiendo esta lógica, el historiador al escribir la historia debe tener presente que la realidad a la cual tiene acceso es fragmentada y no puede hacer afirmaciones generales (salvo en una especie de retorica) y segundo es que su escrito va dirigido a un público, el cual va cambiando con el tiempo, es por esto que se debe releer la historia, para comprender de mejor manera su sentido, esto no es caer en el relativismo, ni subjetivismo, ni objetivismo, a Juicio de Levi eso es vital tener presente, pues la historia es una parte del objetivismo con puntos de vista subjetivos de una parte de la realidad, la cual se transforma porque los seres humanos son diferentes en el tiempo y entre ellos.
Hipótesis:
El autor plantea que las ciencias sociales trabajan sobre un tema único, el cual es “comprender que la comprensión de los hombres es algo que se puede hacer sólo si nosotros (el historiador) no dividimos al hombre” y es por esto mismo que, para Levi, no hay que inventar límites entre la historia y las ciencias sociales.
Comentarios:
El autor de este artículo afirma que la microhistoria es una de las formas más completas de hacer historia debido a su rol de problematizar a una escala pequeña un fenómeno histórico, de esta manera puede no pasar por alto ciertos elementos que en la historia tradicional dejaría a un lado o simplemente no considera pertinente abordar, esto no es solo un paso importante para alcanzar la historia total, sino también de hacer una ciencia más humana, o como señalaba Levi, de abordar también emociones frente a un suceso histórico, creo que este punto es uno de los más interesantes de su obra pues no niega la subjetividad en su trabajo histórico, sino que la incorpora con ciertos matices.